miércoles, 11 de abril de 2012

Amor es cuando no respiras.

-¿en que piensas?
Se puede decir más alto, pero no más claro…-es lo que tienen los ‘te quiero’-

Y es que todo el mundo sabe que hay muchas maneras de querer pero como la suya, como la mía, como la nuestra, muy pocas.

Porque puede doler mirar hacia atrás pero quizás no era el momento, ni el lugar, pero tengo claro que éramos nosotros, que lo seguimos siendo, y ahora sí que puedo decir que este es el lugar y ahora es el momento.

Y es bonito darte cuenta de que hay alguien ahí; que te está mirando, que quiere tocar tus labios pero que, sobre todo, te quiere a ti. ES BONITO SABER QUE HAY ALGUIEN AL QUE LE GUSTA TU SONRISA. Que acepta tus ganas de vivir la vida, tu forma de vivir, de hacer vivir a los demás. QUE QUIERA VIVIR LA VIDA CONTIGO.

No sé, me parece tan perfecto que alguien te quiera, con tus cosas buenas y tus cosas malas, que te diga tanto con una sola mirada.

Pensar que sí, que después de todo ha valido la pena, que al fin y al cabo han ganado los suspiros; y han sido muchos los que no me han entendido, pero también es cierto que así, pocos han querido. Ha llegado el momento de sonreír sin parar.

(A su lado) eres fuerte, sois fuertes, lo vuestro es grande. Y que se entere la gente, joder. Porque esto puede con la gente y con todo lo demás también. Puede que antes no supiera lo que quería, pero ahor estoy segura. SIEMPRE LO ESTOY.

Esto es todo lo que quiero; seguir respirando así, a traves de tu sonrisa. Ser feliz solo por el hecho de tenerte a ti.

-¿Ves como sonríes? Eso es que me quieres.

                                    

                                                        Tienes la mirada más dulce del mundo y una sonrisa que me comería sin dudar.’

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.
-En ti.

domingo, 15 de enero de 2012

Una bala perdida hecha a mi medida.

Te empiezo a conocer y me doy cuenta de cómo eres. Y para que negarlo, también me doy cuenta de que me encantas. Me encantas como siempre y sin embargo, como nunca antes me habías encantado.

Podría decir que eres diferente, vas marcando el paso, skate en mano; guapo, cara de niño y ojos claros.

Aun te quedan muchos besos por dar-a mi sobre todo-.

Me da igual el lugar, me dan igual todos los demás. Haz que se calle el mundo sólo para oírnos; para oír las historias que me cuentas al oído antes de quedarnos dormidos.


Como sé que no te gusta madrugar, me gustará más que lo hagas simplemente para ver cómo me despierto y poder decirme: estás muy guapa dormida’.

Sé que estaremos muchas tardes juntos, solos, tirados en cualquier parte, compartiendo risas y besos.


En las tardes de invierno me adueñaré de tus sudaderas. Y me gustará que inventes nuevos nombres para mí.

Quiero que me cuentes las cosas que te gustan, que me las expliques, que las compartas conmigo.

Lo sé, lo siento, lo quiero todo a tu lado, quiero un mundo contigo.

jueves, 12 de enero de 2012

Adiós 2011. Hola 2012.

Todavía estamos en el principio, pero toca hablar de final. Y si, puede ser que esta no sea la mejor manera de empezar el año, pero… ¿desde cuándo los principios son fáciles?

Doce uvas después llegamos al año número doce de este milenio. Dejamos atrás un año, que, por lo menos a mí, se me ha pasado volando. Y así, volando también, se van todos los recuerdos que he acumulado durante estos doce meses. (Porque un año son doce meses, aunque en los resúmenes anuales se tengan más en cuenta los últimos tres).

Ahora toca acabar, y recordar por una parte… y por otra no. Si como más de uno (yo la primera) aún no has pasado página este es el momento, y no lo digo yo, lo dice el calendario.

Días de enero, llenos de promesas de esas que sólo tienes presentes los tres primeros meses del año. Segundos pendientes y mis primeras deportivas Nike (DEPORTIVAS, DE LAS DE VERDAD), usadas y rehusadas en las carreras que hacía conmigo misma alrededor de mi manzana, a ver quién perdía antes el miedo. Primera conversación, primer te amo (y si, las cosas han cambiado y tambien los significados)… Febrero de nieve, amor, besos, enfados, amigos, ex-amigos y peleas.

 CARNAVAL. Tardes de marzo. Aquí y allí. Alguna que otra foto. Billar. Y del billar al futbolín. Y del futbolín a ligar. Abril de ilusiones. Lleno de miedos, de risas, de todo. Abril completo. Llega mayo y se van los trece de la mala suerte, que aun no se han ido del todo, creo yo. Y un beso. Y dos. Y tres. Y otro más.

SICILIA. Italianos, pizza, prácticas de acento con ingleses, calor, medusas, croissants por la mañana, islas de película, morriña.


Junio de exámenes, de notas, de estrés. JUNIO ES BUENO Y PASA RÁPIDO. Yo digo Julio y digo Tenerife. Restaurantes caros, paseos infinitos al atardecer, desayunos a las 12 y noticias que te llegan desde la península. AGOSTO.  Digo gente nueva, horas y horas hablando en inglés, clases, juegos, pulseras, piscina, digo campamento, digo RedLeaf’11. Dolor de costillas, de estar tanto tiempo tumbada en la rampa. Y no sólo tomando el sol. SEPTIEMBRE CON MIEDO. Con cosas nuevas y cosas viejas, y septiembre, joder, pues es septiembre.


 Octubre de sonrisas y en parte también de risas. Discusión. Reconciliación. Discusión. Reconciliación. Y ASÍ UNA SERIE QUE SE REPITE HASTA EL INFINITO, HASTA LOS BESOS INFINITOS, MEJOR DICHO. Cuatro.

Noviembre con lágrimas en los ojos y con ganas de gritar(le) a mucha gente. Con café por las noches. Y noches sin dormir, véanse exámenes y esa mierda llamada amor. CARTAS.

Diciembre triste. Luces. Árboles. Regalos. No familia (echar de menos, más que nunca, y por primera vez valorar del todo a la gente con la que no cuentas todos los días). Calendarios que muy poca gente entiende. Tardes de peli con una hermana y otra, que es más que eso.



 Y llegamos al final del año, pero también de algo más. Nosé (y aquí no es sólo una muletilla que utilizo con frecuencia, es la negación del verbo saber), creo que las cosas acaban cuando tienen que acabar y deben acabar de una manera que sea digna de recordar. A día de hoy sólo puedo decir que gracias, y que más vale saber recordar que simplemente olvidar. 2011, fue año de tréboles de cuatro hojas entre libros de Federico Moccia (aquí queda hecha la promesa de que en este año seguiré con mi proceso de culturización y dejaré a un lado  --para luego volverlos a recuperar--los libros de amor). Queda dicho en 2011 mi primer ‘I swear on Chanel’.

 Quedan también dichas muchas otras cosas que nunca antes me había atrevido a decir (todos los derechos reservados a las personas que me han odio). Me he aprendido la letra de unas cuantas canciones y he decidido no volver a oir otras de las que ya me la sabía (ya no hay mar, ni los verbos sentar y esperar).

Año de amigos, de iniciales-MCTJBP, J sobre todo. JOTAS POR TODAS PARTES, véanse libros, mobiliario, cuerpo, etc. Dejo atrás los dialogos de Carrie++(tambien sus vestidos, su armario, su estilo, sus zapatos, su amor)++en perfecto inglés pertenecientes a Sex and the city. Sé que algún dia volveré a la epoca en las que las cuatro eran sinónimo de una dosis de glamour viendo alguno de los capítulos de esa serie que me ha enamorado.

2011 ha sido año de ver peliculas hasta morir (morir; a veces de amor, a veces de miedo) en español, pero sobre todo en inglés. Y aprendiendo inglés, aprendi otras muchas cosas, en especial, me quedo contres frases.
1. La gente cambia-aunque haya mil artículos criticando esta oración, puedo jurar que es cierta- y no siempre lo hace para bien.
2. No puedes olvidar sin antes perdonar-con esta frase aun tengo más de una cuenta pendiente pero me consuela saber que no soy la única.

3. Mientras tu estás celebrando una victoria (y aunque todavía no lo sepas) ya te ha llegado la derrota.

Semana Santa en Madrid, con frío, con ganas, con recuerdos, con ilusiones. En 2011 me calzo mi quinto y sexto par de Converse y mis primeras Hunter.


Vuelvo a tener entre mis manos un polo de Thomas Burberry (siempre diré que el ochenta por ciento del precio es el estilo) azul marino, de esos que llevaba en mis veranos por Menorca. Año de nuevas amistades y viejas también.

 Octubre en Madrid, con todos-y sentirte más que nunca en casa- y con esos acentos que no cambian; con los habituales ‘¿eres de Madrid?’ y sus correspondientes ‘de Madrid, Madrid’ que siempre contestan mi tío y mi madre. Y Galicia otra vez y el mal tiempo, también. 2011 de blacberry, de terremotos y por fin, de paz. 2011 con indiganados, con guerras, con cosas nuevas. 2011 sin Amy, sin manzana y sin D&G.


 Lleno de llamadas con nudos en la garganta. Cosas que hay que saber decir. Ha sido un año lleno, completo, repleto. Y ahora toca volver a empezar. Que puede que este sea el último, pero tengo claro que va a ser el MEJOR. 2012, me pillas con ganas.